No sé cuantas veces pasé por tu lado, no sé dónde estabas cuando más te necesitaba, no sé en que mundo vivías, cuando mi camino era de espinas.
Hoy veo a lo lejos venir un mundo de amor, un mundo de esperanza, un mundo al que no quieres entrar por miedo a enamorarte, por miedo a la desilusión, por miedo a querer lo que puedes perder.
Te invito a un mundo sin mentiras ni engaños, a un mundo donde reine la felicidad, aun mundo que ambos podamos construir; con amor y ternura, con fuego y pasión, con ternura y cariño, donde ambos podamos perdernos, donde ambos seamos uno y nada más.