I
Hoy te escribo Ecuador,
Tierra que me vio nacer;
Cuna de recios indomables,
Fuente de vida exuberante.
II
Extranjeros se pasean noche y día,
Disfrutando de tu dinastía;
Caminando por las ruinas de Ingapirca,
admirando al Ruco Pichincha.
III
En el centro de tu ser,
Los andes deleitan con placer;
Entregando su clima invernal,
Agradable, cual brisa matinal.
IV
al occidente un clima ardiente,
abraza sin sofocar;
De san Lorenzo a Huaquillas,
Se disfruta sin igual.
V
Costa verde, dulce y frondosa,
Austro cúspide solar;
Selva vertiente amazónica,
Son tus islas dueñas de la mar.
VI
Otavalo con sus prendas,
La marimba pone el son;
Carnavales Mama Negra,
Engrandecen la nación,
VII
Cholos, indios, negros y mestizo,
Dan un toque coloquial;
Sazonando la sutil fanesca,
De gran “espectro” cultural.
VIII
Cuando el clima se porta inclemente,
Llora el niño hasta desbordar;
La paciencia iracunda de la mama,
Poniendo a todos a rezar.
IX
Pero, nada detendrá
La estirpe Quitus-Huancavilca,
Férrea y dominante,
Que me inspira a soñar.