Paseando muy lentamente
desde un pliegue de sábana a otro,
Dos humanos, mujer y hombre, se bajan del mundo.
Dejan de lado su lastre cotidiano
y suben al éxtasis, detenidos.
Es el abrazo divino, Tantra.
Quietos en su juntura, oyéndose
respirar, latir y flotar.
Una sola piel en silencio,
de espaldas al mundo,
tocan una balada lenta en las caderas.
Flujo sensual prolongado en el tiempo.
Abrazos de agua y leche,
Abrazos de sésamo y arroz.
Nombres antiguos, Civilizaciones sabias.
Poesía en cuerpos que olvidan todo.
Abrazos de enredadera.
Solo se oye el tono sostenido del abrazo,
nada mas...