Bocanada de humo blanco emerge de mí,
Profundo silencio que instaura resplandor
Un brillo inconfundible en tus ojos
Y la incandescencia de tu voz
Hace que vuelva a perderme
En aquella niebla.
Los ecos que va dejando el tiempo
Quedan reducidos a recuerdos,
Cada segundo que pasa es uno menos
Que te sueño.
Pasajes delirantes evocan
Sensaciones inconstantes,
En tiempos incesantes
De nuestras vidas inefables.
Lluvia de absurdas semejanzas
En este lugar tan inestable,
Este lapso se fue rápido
Y otra vez vuelvo
A la angustiosa soledad
De mis palabras.