En mi sueño hablabas con otras personas
y yo te escuché por curiosa;
me alejé triste al oír lo que decías
sin percatarme de que me seguías.
"¿Por qué me evitas?" me preguntaste
y yo respondí: "No sabes lo duro que es ignorarte".
"¿Por qué lo dices?" volviste a preguntar
y sólo con halagos te pude contestar.
Cuando el sueño llegaba a su final
indagaste en mi más grande fobia:
preguntaste que siento por ti en verdad
mas desperté sin decirte la respuesta obvia.