OJALÁ:
Ojalá, que las lágrimas no molesten tu piel cuando caigan y de hacerlo, sientas que son solo como finas gotas de lluvia, que pronto pasarán secándose, sin darte apenas cuenta que antes habían mojado tu hermoso cuerpo desnudo…,
Ojalá, que las lágrimas no sean de olvido por recordar en silencio un gran amor, que desvela tus sueños más queridos de verse realizados en brazos de lo amado, portando en las manos esa flor tan añorada, llamada amor, sin que se marchite, nunca...,
Ojalá, que las lágrimas no porten tristezas del alma, sean de plena felicidad, viendo al amanecer de despertar, la puerta del camino pensado abrirse a tus pies, mostrándote la ruta más corta y segura que marcará tu destino, como razón plena de existencia…,
Ojalá, que las lágrimas no muten de falacia, llevando implícito mi nombre, por una verdad que durante años, fue llevada a la espalda amordazada, pero que con el tiempo y los espacios perdidos de desamor, tuvo que pasar adelante por propio peso de culpa, donde para ese entonces, decir lo siento, ya no será suficientemente escuchado, aunque venga esta vez acompañado, con un beso en la frente por sincero arrepentimiento, tardío…,
Ojalá, que las lágrimas no escondan el dolor sufrido de un corazón desangrado, por una palabra precisa, que como una daga maldita penetró lentamente hasta lo más profundo de un sentimiento, matando motivos por detalles que ayer fueron vida consentida y que jamás había sido visto reflejado en el rostro amado, pero que ahora intenta vanamente, ocultarlo tras las sombras de una historia escrita, por un pasado penosamente vivido.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 17/05/2011 01:30 PM.