Mis ramas comenzaban a secarse
mis hojas perdían el color
y repentinamente llegaste tú
como la brisa:
y le diste movimiento a mis ramas
y acariciaste mi tallo
como la lluvia:
y reverdeciste mis hojas
y le diste fuerza a mis raíces.
Pero no podías quedarte
tenías que irte
a darle fuerza y movimiento a otros
No supe como retenerte
y quise ser aire para transportarte
y quise ser día
y quise ser noche
para jamás dejarte
Y heme aquí
que sólo soy un árbol
que no puede moverse
de nuevo con mis ramas secas
y casi sin hojas
esperando otra brisa
esperando otra lluvia como la tuya ...
que me devuelva la vida.