Devil woman

Te imagino mi musa.

Te imagino impaciente ante el sendero,

la base de la libre imaginación.

Construyéndote para mí.

Dibujándote como un da Vinci tu cuerpo delineado.

El molde perfecto de la bella musa.

 

Aprendo de tus locuras, como tus propios sueños.

 

Imagino tu voz en el silencio, inimaginable  y

dulce cantar  extasiante y sensual, erizando

mi piel con un canturrear.

 

Te imagino a cada detalle, imagino tu aroma,

esa suave fragancia embriagante y tu linda

sonrisa cierta y sincera.

 

Eres como una bella flor, una rosa, hermosa

como la misma Venus salir del mar.

 

Al invadirme el deseo te imagino.

Y no tienes idea del cómo te imagino.

Una loca y rara forma del deseo, y entonces

el deseo crece más en mi interior…

Cursi realidad, que ante el capricho, entender

nos enseña la realidad.

 

Tendida por el sentimiento en el lecho

vital humilde, algo sensible, bañada en rosas.

 

Cálido pudor del cuerpo, delicado cubierto en satín,

con el rostro embelesado ante la lluvia de pétalos

de rosas, el canto armónico del sentir del deseo ardiente.

 

En la distancia me encuentro, muy lejos me

encuentro  sentada de tu luz.

 

No sé lo que hiciste, que fuiste capaz de

encender el más frío corazón de aquella

persona sombría  asta consigo misma,

mi corazón.

 

Eres mi musa, la llama que mantiene cálido este corazón.

Te necesito mi musa, necesito de tu luz para

escapar de esta oscura prisión.

 

Tu no me ves, ni me conoces, pero me imaginas

al igual que yo lo hago.

Por esta distancia nos hacen sufrir y se envenena

el alma.

Pero aun así surgió de la nada un amor… a distancia.

 

Deseo pecador de sentirte, experimentarte,

acompañándote.

Dulce tormento, ¡No vivo sin ti!

 

Al amanecer, te imagino a ti mi musa, me sumerjo

en la imaginación, maravillándome con tu esplendor.

 

Imagino tu piel bella musa,

suave y delicada como pétalos

de una rosa.

 

Deliro tocarla y delinearla paso a paso

con las puntas de mis dedos, olisqueando

el camino que hago con ellos.

 

Es divertido describirte al imaginarte mi musa.

Pero todo está escrito aquí para ti, y lo demás

te lo diré frente a ti.

 

Mi realidad es otra, triste y oscura mi vida.

Y te imagino en un mundo irreal en el que

nos sumergimos aquel día, que como consecuencia,

el sufrir de tu alma y la mía.

 

Me cuesta escribir, pues solo pensar

que puede ser mi sentencia final.

Pero acostumbrada estoy, en las penumbras

quedare, por que consiente estoy de no querer

dañar a nadie.

 

Rara la forma del deseo, alucinante acosamiento,

el imaginarte en la distancia, como aquella musa

llena de suspiros de amor y sosiego, que ante mirada

perdida me pierdo al ver el deseo de un beso que desea

escapar de tus labios a los míos.

 

Así te imagino mi hermosa musa, y te imagino

siempre que el deseo se acrecienta, anhelando

el sueño que pronto nos veamos.

 

Amor imposible, la distancia nos separa,

la cruel realidad ante este amor fantasmal

que me ha hecho reflexionar.