mario horacio

El mar dormido

Solo el mar y yo solo, la tarde nos rodeaba

Con luz que, a esa hora, silencio se volvía.

Y solo el mar dormía, solo yo allí velaba.

Camino al hundimiento, solo yo allí partía.

 

Tendido sobre abismos, el mar también soñaba,

Lleno de azules peces, anclado en la bahía.

Y con mis propios ojos, extraño me miraba.

Envuelto por mi anhelo, profundo allí me hundía.

 

Éramos mar y cielo, solo yo allí faltaba.

El mar que fue mar siempre, siempre por mí volvía.

Y ni una gota de agua para sí se guardaba.

 

Hacia cielos eternos el mundo se alejaba.

Yo, que nunca tuve alas, en el mar me perdía.

El mar, que no era cielo, también en mí soñaba.