Fue un día, la tarde era perfecta, nunca vi algo igual.
De repente ella topó con un chico muy galante, él sonrió y le preguntó ¿Cuál es tu nombre? Ella le dijo su nombre, claro esta y le pregunto el suyo.
Fueron haciéndose grandes amigos, se veían todos los días en un parque y siempre se juntaban en la fuente del parque.
Con el tiempo empezaron a quererse, se volvieron novios y pasó tiempo.
Su amor fue creciendo cada vez mas, era algo que no se podía creer, era un amor tan mágico, puro y verdadero que parecía un sueño.
De repente ella le dijo que se iba ir de viaje con su familia y así fue, pero él esperaba con ansias su regreso.
El día que ella regresaba por fin llegó él. La esperó, pero nunca llegó.
Al otro día, en las noticias salió que una familia se había accidentado y que todos habían muerto.
Cuando el vio que esa noticia era la de la muerte de su novia lloró, se sentía tan solo, perdido sin razón de vivir, ya nada tenia sentido.
Decidió ir al parque en la fuente donde siempre se encontraban y sintió una presencia; de repente, sintió que le tocaron la mano. Se quedó mudo, cuando tiempo después oyó un susurro que decía SIEMPRE TE AMARE, el suspiro sabía que era su amada.
Lloró porque era la mujer que amaba tanto y nunca encontraría otra vez, ese sentimiento que era amor…
“Mi amor por ti es puro y verdadero, tan mágico como el de una historia, que a pesar de la muerte siempre te seguiré amando, eres la persona que me hace suspirar, que cuando te veo mi vida ya tiene razón, que cuando escucho tu voz se prende una luz en mi interior, tu simplemente eres mi gran amor…”