Ipsen y Colin eran dos amigos que trabajaban en Treno. Un día, Ipsen recibió una carta. Estaba empapada de lluvia y casi no se podía leer. Las únicas palabras que pudo distinguir fueron "vuelve a casa". Sin saber muy bien por qué, Ipsen pidió vacaciones, se preparó y emprendió su viaje. Cruzó mares y montañas. Bajo la "niebla" fue atacado por monstruos... Pero iba con Colin y entre ambos lo superaron todo. Algún tiempo después, Ipsen cayó en la cuenta y le preguntó a Colin: "Y tú, ¿por qué viniste?" A lo que Colin le respondió: "Porque tú dijiste que te ibas"