Deslizo mis táctiles pinceles
por el filo que te cobija; tu cuerpo.
y ¡ay de mi!
con un pundonor exento de obligación
y de gallardía,
me vacío con ganas en ti,
mientras...salpico tus oidos, tus sentidos,
con la sinuosidad, cual me pediste,
con la valentía que el conocerte
y al saberte como eres,
a mi me brindas en la ausencia del pensar.
Tú como destello de azahar.
Tú....eres mitad de naranja
en la que naufrago sin dudar.
Ante mi te extiendes entregada;
la finura de tu semántica
y esa textura tuya (cual terciopelo)
me abraza, ella se ofrece,
ella se vuelca conmigo
consiguiendo abrir los portalones,
de nuevas latitudes
en la dimensión de mi firmamento.
Y me dices...
-soy tuya....soy tuya por querer serlo;
porque me amparaste
en la angustía que era opresión
y todavía hoy aquí te tengo
así mismo haciéndolo,
porque me liberaste tantas veces de desdicha
forzando a Lucifer y a otras bestias
a huir llevándose
los engaños que estaban como señuelos.
Soy tuya porque me aceptas,
porque no te regocijas
en el desastre que en tantas ocasiones soy,
soy tuya....no por necesidad
ni por obligación,
tan sólo por querer serlo.
Ante la excitante solemnidad,
que cabe en mi al oirte,
el centro de mi sexualidad se enerva vigoroso,
tus bordes son sensualidad
cual deja entrever mil vías,
al oirte describir con mieles nuestro tiempo,
no razono, solamente sigo....sigo y sigo...
moldeando las incipientes gargantas,
que son gozo, de tu abismo,
y prosigo pincelando
sobre el largo y ancho
de tu cuerpo, que es un lienzo.
318-omu G.S. (bcn-2011)