Quiero comerme la niebla con té, con te.
Tengo hambre de complicidad oscura,
de nosotros, de tus dedos , de tu espesa espera,
de tu ser conmigo cuando no estoy
de mi estar contigo cuando no soy.
Distante tu cuerpo y mío.
En cada hoja, en cada fibra mía,
mío.
Si sólo yo supiera dejarme caer,
si sólo te supiera.
Si supieras ahora.
Te escribo desde arriba mientras llega el viento.
Me siento
adentro de tus ojos abiertos.
Nocturna sobre tu pecho, nocturna sobre tu ternura,
me siento
mezclada a tu soplo viajero,
segura.
Estrella de fuego en tu boca. Tuya.
Así me sentirás silenciosamente tuya.
Tuya como existo. Tuya como insisto
ser (si soy, sí soy)
Tuya. Temblante y ausente.
Tuya. Sin detenerme. Tuya.
Siempre.
Tuya.