Asoreth Becsi

Llueve en Cuba

una  mirada se ha quedado por siempre perdida

Y atrapada en las manos

Del silente y cruel invierno,

Y esta lluvia que no amaina

Ya no hay leño que soporte

El encender la  triste hoguera

Me he quedado sin aliento

Soy  velero a la deriva

Ya no hay puerto que me espere

Y no hay puente que permita mi regreso

Me  dispongo a deambular

Por senderos taciturnos

Que penetran en el alma

Como dagas que lastiman, por injustos,

Lo que duele es que jamás

Volverá la primavera

Y ni en el mar se escuchará  las dulces notas  la lira.

Calcinados se quedaron,

Tus recuerdos en mi alma

Y mancharon los tapices

Que adornaban mis paredes

Se acabaron los colores

Que brillaban en mis lienzos,

Se pararon los punteros,

Cuando el alba despertaba,

Tus recuerdos son cenizas

Que no dejan contemplar el Universo

Son cenizas que me obstruyen la mirada de la vida

Y ahora no soy más

Que una  antorcha que no alumbra