Dejé que entraras en mi piel,
Que sepultara tus miedos en mi ser,
Quería salir de esta prisión invisible,
Pero lárgate, déjame con mis pecados arder,
Porque el amor es sólo una rabia contenida otra vez,
No te vayas te grité,
Pero saliste huyendo de nuevo sin ver,
Que me has dejado de nuevo con mis llantos,
Con lágrimas que no pueden brotar,
Porque nadie me enseñó a llorar,
Mi corazón se oscureció antes que llegaras,
Mi miedo de hacerte daño me ganó,
Y estoy aquí recordando cada beso,
Yo no veía en esta oscuridad hasta que llegó tu luz,
Pero la tuve que apagar con mis lágrimas,
Cuando te negastes a luchar,
Ahora me dices que ésta es tu forma de amar,
Me escribes con rabia y yo impotente,
Ahora guarda tus ganas de este dolor aliviar,
Porque mi amor fue condenado hace tiempo,
VETE LEJOS, ANTES QUE LO LOGRE SABER,
El aire que respiro me quema,
Arde inclemente en mis venas,
Ahora las caricias sólo me hacen gritar,
Y queriendo olvidar tu recuerdo jamás lo podré lograr,
Entonces veme bien,
HAS RASGADO DE NUEVO MI ALMA PARTE A PARTE,
Mis sueños son torturas vivas en la mente,
Este corazón nunca fue latente,
¡Si!, entrégame de nuevo a la soledad,
Que allí no podré odiar,
Sólo a mí me podré dañar,
Quémame con tus palabras,
No sientas compasión por mi alma,
Escupe tu rabia en mi cara,
Nunca te juzgué como niña mala,
Pero me vendiste cuando saliste descalza,
Quería despertar a tu lado,
Pero te llenó el lamento el cuerpo,
Arrástrame directo al infierno,
(Ése es mi sitio),
Donde mis sentimientos se evaporen,
Donde tu sonrisa sea mi karma,
Porque tampoco me enseñaron a amar,
El sufrimiento es lo único que me embarga,
Entonces si me amas,¿por qué te largas?
Allí está mi corazón en la mesa,
Destrípalo lentamente a mordiscos,
Patéale por confiado y desprevenido,
Aposté a una nueva vida y parece que perdí,
Esta rabia le gana a mi infinita tristeza,
Yo velaba por tus días,
Y veo que te vas porque te amé,
¿Para qué me enseñaste a sentir?
Si al final iba a sufrir,
Ni de las sombras, ni de la luz podré surgir,
Pues lo di todo por ti.
El que no valora lo dado, el que pierde no es el enamorado si no el queno lo apreció.