Seis elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña
y como veías que resistía me pusiste en ella prisionero.
Me llamaste después del largo cautiverio en tu telaraña
para asegurarte que, siendo preso, nunca muera tu sueño.
Te equivocaste con la canción infantil y con el accionar
porque ni con música infantil y aún contra mi voluntad
podrás obligarme de que ame a alguien que no sabe dar
afecto sin problemas, si para ello debo privar mi libertad.
No busques en el repertorio otro tema para algo intentar
pues ante tu incongruencia sordo de la vida me he vuelto
pero mas que sordo de vivir, lo soy de tu música sin sonar,
siendo para mi melodías muertas que perdieron su lecho.
Si tanta insistencia en querer conquistar corazón por notas
musicales que aparentan ser sinfonía pero callan verdades
te aconsejo que dediques tu tiempo en buscarte otra cosa
porque ni siquiera Mozart haría magia con tus cualidades.
Vito Angeli