A veces le gustaba ir al jardín, la seño era buena con todos...pero también estaba Sofía, con su nombre bordado en el delantal; llevaba en su pelo, una flor cada día y en su carita jugueteaban unas pecas traviesas.Un día, un día de esos en que las nubes bailan en el cielo y los pajaritos vuelan de rama en rama...Bruno llevó en su mochila un pequeño y antiguo violín..poco había aprendido, pero la música de aquel instrumento sonaba bello cuando se tiene un corazón dispuesto a escuchar.Sofía seguramente quedaría encantada y hasta le regalaría la flor que llevaba en el pelo...Pero..sucedió algo increíble, cuando salieron al patio unas niñas se burlaban y empujaban a otra porque la creían fea...el sonido del violín les tocó el corazón y todas terminaron correteando muy felices de la mano.¡Esto es realmente mágico...!! gritaron.Salió por las calles y vecinos discutían por quien había tirado la basura y el sonido de la música hizo que entre los dos la levantaran.Mas allá, dos jóvenes enamorados caminaban alejados y en sus rostros se notaba el enojo, y de pronto, abrazados y riéndose siguieron su camino..¡Qué bueno! pensó Bruno..en la escuela ya no habrá mas peleas, seremos todos iguales..solidarios y agradecidos.El violín les daba ganas de decir "gracias" "permiso" "por favor" "perdón"....Cuando llegó la noche, los niños en sus camitas tenían sueños hermosos!!Pero Bruno al guardar su violín pensó:-Qué bueno sería regalárselo a los grandes para que no peleen tanto; lo llevaría a las fábricas, partidos de fútbol, a casa de los ricos y de los pobres..Haría muchos violines para todo el mundo!!!!! Y así Bruno se durmió feliz.En la oscuridad de la noche sobre el violín, brilló una luz de esperanza...de ésa esperanza que sólo los niños llevan en el alma......