En el mar
En la tierra
Todo nos fue tranquilo en la playa,
Más los cielos se relvolvían
En tormenta inesperada.
Y los vientos se retorcían
como lagartijas asustadas,
hervían las burbujas
del agua calentada
y la playa no se daba cuenta,
ni siquiera se inmutaba,
solo movía sus palmeras
asintiendo con la mirada.
En el mar se preparaban
las trombas armadas
gigantes titanes
como serpientes levantadas
y se batían las aguas
en tremendo duelo,
la espuma crecía sin freno,
bombardeaban las marejadas.
Y la playa
Insomne e indiferente
Ni siquiera se inmutaba!
Tenía un huracán a sus costas
y ni siquiera se inmutaba...
Lo inundaban las mareas
y las olas la chocaban
Pero sus arenas yertas
taciturnas ignoraban
que una tormenta en su seno
deliraba atormentada.
Y seguía creciendo el monzón
con sus ráfagas de agua
y los belicosos vientos
batían la atmósfera naufraga,
más la playa, en silencio
seguía flemática
y el océano revuelto
un diluvio recreaba
pero la playa indolente
ní una lágrima expiraba,
el dolor de la tormenta
lluvía negra precipitaba,
suplicaba compasión al cielo
para que la playa suspirara
Más gran tristeza infinita
en llanto nos embargaba,
la tormenta ya se acaba
y muere desilusionada
y la playa sigue insomne
sin memoria de desgracias,
Así es el amor sin nombre
que se olvida
y se acaba
como una tormenta ignorada
que se muere lentamente
se muere enamorada.