MARÍA DEL MAR

LLEVO

 Llevo en mis manos abiertas

un trozo de libertad

para posarla en los labios

que me prohibieron besar.

 

Llevo en la mente ausencias

para poderlas llenar

de recuerdos que quedaron

en un segundo lugar.

 

Llevo pegada a la espalda

el dolor de la ocasión

que escapó por un segundo

de mala meditación.

 

Llevo un perdón sin fronteras

para aquellos que ofendí

y un manojo de banderas

con los nombres que perdí.

 

Llevo en un cesto la calma

para venderla a mis miedos

y un frasco de soledad

para barullos inciertos.

 

Hoy yo llevo tantas cosas,

a las que otros llaman canas,

a las yo llamo experiencia...

Cuando la vida se traba.