El sol suda fuego
el tiempo se hace más pesado
y camina lento el segundero
Se me derrite la calma.
Tal vez todo se encierra en un sueño
de pereza sofocada
y las hamacas se muevan sin ganas
en el sopor de la nada,
el polvo del desierto
nos ciega las miradas
con sus luz torturadora
de espejismos creada
pero el calor de tu cuerpo
quemando mi alma
excita este momento
y hacen tierna la sequía soleada.