Kevin Raphael

Mercantilista de Amor

Voraz y ardiente mujer, eres altar de belleza;

Eres fuente de adicción de los pies a la cabeza,

En los juegos del amor demuestras tu gran destreza

A quien consume tu piel lo complaces con certeza.

 

Vendedora de caricias le pones precio a tu piel,

Comercias con tu cariño y haces enloquecer

A quienes pagan tu precio, a su pago le eres fiel;

Cada fibra de su cuerpo le haces estremecer.

 

Negociante del amor, eres fría como la nieve;

En tu alma no hay amor, a nadie tu corazón quiere;

A tu cuerpo de ilusión tan solo el dinero mueve,

Eres fiera de pasión que cualquier hombre requiere.

 

Eres pieza de valor que se alquila en una cama

Satisfaciendo el deseo de quien tu carne reclama,

Usas tu gracia genial, aunque a nadie tu amas,

Le haces sentir en el cielo, sobre todos te derramas.

 

Quienes pisan tus arenas creen dejar sus pies marcados,

Mas tus olas de frialdad a todos los ha borrado,

Eres tsunami de sexo que arrasa donde ha tocado,

Negocias con tu pasión, nunca te has enamorado.