Las hojas de otoño cayeron ya,
el invierno se acerca y no siento el frio
sola, siento un vacio sin fin
grito, ¡grito! pero nadie me escucha,
lloro, ¡lloro! Pero las lágrimas no brotan de mis ojos
sola, siempre me sentiré sola.
Corro por la calle, ¡corro! Pero…
todo sigue lento, todo sigue igual.
los sentimientos dentro de mí se alborotan
pero no pueden salir, están oprimidos en mi pecho,
condenados en la cárcel de la soledad.
Sueño con un lugar hermoso,
en el estoy rodeada de personas,
de la naturaleza; arboles, plantas,
animales y el sol… un incandescente sol
y aun así me siento sola, vacía, sin fuerza.
Lo único que me pertenece es un sueño,
un sueño que anhelo que sea realidad,
¿una vida así?, solo puedo pensar que tal vez,
solo tal vez mañana tenga una vida feliz,
rodeada de esas personas que me quieren
y así sentir que la vida aun vale la pena.
En mi sueño vislumbro una sombra,
esta conmigo en el prado, tomados de la mano,
recostados en el pasto mirando al cielo…
sintiendo un amor, una mutua compañía
que a su vez arranca toda mi soledad,
borra todo el pasado, todo el dolor.
Sin avisar vuelvo a la realidad sumida en la obscuridad
pienso en ellos, en todos ellos que prometían estar a mi lado,
mas sin embargo nunca lo estuvieron, se alejaron,
llevándose consigo una parte de mi ,
dejándome en soledad y con un vacio insoportable.
Aun así no logro comprender por que no distingo
el invierno de la primavera, el verano del otoño,
por que desfilan frente a mi y no los percibo,
pasan las horas, los días, las semanas ¿y yo?
continuo sola pero me niego estar así.
Sin embargo sueño de nuevo en el prado
con el sol, las plantas, los animales y de pronto
una sombra se aproxima pero no la distingo,
esta muy cercas, casi la puedo tocar, y una vez mas
despierto de mi sueño y acuden a mí los recueros
los recuerdos fúnebres de aquellos que se alejaron de mí.
Aun así pienso esa sombra, ¿Qué puede ser?...
¿será la silueta de un hombre?, sí, estoy segura de ello
será el hombre que logrará que mis sentimientos emerjan,
se liberen y así me colme de felicidad, que esté conmigo
y me haga sentir que ya no estoy sola.
Cavilo el momento en que mis sentimientos me dominen,
surjan de mi ser y haga lo que de verdad siento, lo que pienso,
y cuando este se presente ante mí, deseo y anhelo
que pueda sentir como el invierno se convierte en primavera.