Dicen que peleo contra molinos
que en mi corazón vive el rencor
que la amargura saca las letras
que hoy habitan mi interior.
No hay nada más lejano
a lo que es la realidad
todo lo que escriba será vano
si no digo primero la verdad.
Solo hablo de aquellos
que insisten en dañar
tan cierto es que existen
que ahora me quieren acallar.
Si escribiera “luna traicionera”
en un poema al amor
¿acaso la señora de las mareas
me acusaría de guardarle un rencor?
¿Qué hay de aquellos que impíamente
destrozan en sus comentarios a poetas?
¿es que acaso ellos tienen
absoluta autoridad sobre las letras?
Este oficio es tan libre
como noble es el que escribe
no es para vanagloriarse
y ninguna regla lo dirige.
La poesía es la máxima
expresión de un sentimiento
no es hablar solo de amores
de amargura o un lamento.
Es también gritar tan fuerte
la verdad que estoy viviendo
aunque cimbre los pilares
aunque vaya contra el viento.
Es hablarle a los infames
que se ocultan en las sombras
es desenvainar la espada
es volar con alas rotas.
Y prefiero ser proscrita
por alzar mi voz tan fuerte
que bajar la frente al piso
y esperar así la muerte.
Porque aunque nunca logre un cambio
sé que yo luche y fui firme
y en su veneno que se ahoguen
los que conspiran para herirme.