Tinguinaki
historias en el alma.
Hoy quisiera que tus dedos
me escribieran historias
en el alma.
Hoy quisiera que tus besos
abrazaran mi vida entera
Hoy quisiera que tus ojos,
cuando me miran,
fueran una sonrisa eterna
Hoy quisera que tus manos fueran
una canción que se duerme en mi almohada
Hoy quisiera que tus piernas implacables
fueran una explosión de placer y gozo.
Hoy quisiera que el fuego de tu piel
fuera infierno de mis deseos
Hoy quisiera que me regalaras
todos tus amaneceres en derroche
de alegría.