No hubo recato, no hubo sensatez, sólo me deje llevar con delicadez,
tus manos como algodones sobre mi piel, y tu boca mas lluvia de miel,.
un momento eterno en mi, un aliento que quema cada parte de mi piel.
si, sólo lo sentí y no me averguenzo de mi,
sólo lo sentí.