Los colores rosaceos y morados
del pensamiento de mi jardín
me susurraron al oído…..
-busca la lucidez en cada respiro,
con el nacer de cualquier suspiro,
en la vitalidad tanto de lo visto
como también de lo invisible;
prosiguio…….
-no seas ni un día,
ni mes, ni el año de un calendario,
no seas número en un instante,
abraza la eternidad que descansa sobre cada paso,
en cada uno de los latidos de tu corazón,
ésta, está adherida viviendo en ti,
goza de ella pues teniéndote en cuenta se te regalo.
Nunca cuestiones la fruta que se te ofrece;
no es más listo el que listo (por naturaleza)
es por gracia o se cree,
si es que éste desaprovechara
en su andar dicha capacidad
no sabiéndola o queriéndole sacar partido
sería el más idiota entre los idiotas,
al desdibujar la faz y los gestos
de una hábil facultad,
cual facilitaría con su propiedad,
la energía que la vida te brinda sin cuentagotas.
Hallé, mas antes de hallar pisé
los límites de la cordura,
me tambaleé ante un precipicio
con aristas afiladas por el roce
del sublime entendimiento,
y ante el vislumbrar de tanta luz,
viví un inicio en la confusión
su intensidad me deslumbró,
provocándome atisbos de locura.
Más tarde la serenidad me acogió,
me cuidó, me mimó,
consiguió hacer grande
los detalles que antes eran pequeños;
y sellando mi marcha con una palmada,
me dijo...
-manten la calma en tu camino,
por mucho que te imploren rechaza la guerra,
ten presente y guarda como joya el respeto.
318-omu G.S. (bcn-2011)