Si y no, blanco y negro, todo o nada, los sueños rotos de este despojo que te seguiría hasta el fin del mundo, te amo y te odio, soy un cobarde tan valiente que no te puede mantener a su lado, todas mis palabras son la ilusión que se gana cuando me besas y se pierden cuando hablo.
Toda mi vida se convierte en un católico susurro de lo que te amo, discordia de sentimientos, si Dios me diera esa oportunidad de ser quien quieres, pero te soy sincero, toda mi vida orbita tu voz, me dispongo a ser el espantapájaros que se limita a amarte a distancia.
Tan cerca y tan lejos, tan parecidos y diferentes de lo que el mundo cree, tan amigos y enemigos, borremos la memoria como si fuera un insulto, pero no me importaría guardar ese fugaz beso que no significa nada, pero mantiene todo en pie. La cima del mundo a un paso, tan lejos como mis manos, tan cerca como el sol, tan hermosa como el ocaso bajo la lluvia, tan sublime como el destello del la luna, no puedo pedirte perdón, es igual que detener una guerra, seria un héroe por seguirte sin mentirle al resto del mundo, pero valdría la pena.
Las lagrimas del cielo no serian suficientes para entender lo que siento, no es todo lo que pienso, no es nada de lo que digo, no es tu respiración, ni tus ojos o tu boca, es todo eso sin contar toda lo que haría por ti.
No espero ser perfecto y me arrepiento de ser tan suspicaz, confió tanto en ti que no puedo verte en las manos de otro, hasta hoy, hasta que entendí que te quiero tanto que tu felicidad será la mía, aunque no fuera a mi lado, aunque no te viera más, estoy tan seguro de que si mi vida fuera suficiente para hacerte feliz, la daría sin pensarlo, sin temerle al futuro, amándote cada vez más, odiándote menos que a mi futuro sin ti.
Declino de tu paciencia, pero apelo a tu comprensión, derecho hacia la oscuridad, me deslizo de sombra en sombra, a espera de que tu dulce boca me de nuevamente esa esperanza.
Con mi ira el Tibet, y los celos suicidados en el bacón, todas mis razones para odiarte saltaron una a una, las empuje sin miedo al futuro, sin ver al pasado, tomando por el cuello mi situación, toda esta disyuntiva que adereza mi tragedia esta llegando al fin de sus días. Lamento los desastres que he hecho en tu vida, pero lamento aun más lo que nunca hicimos, aún la vida no termina, es más corta de lo que veo, tan insignificante, tan inicua, tan desesperada, tan superficial, delimitada en los espacios de lo imposible, regida por sueños y juzgada por pesadillas, a pesar de todo, aunque mis palabras sean un susurro del viento en tu oído, cristal que se rompe con el ruido del silicio, quisiera ser más, aun más...