Hoy me voy apagando lento,
en agonía deja mi mente
aquel que fue tu pensamiento,
aquello decíamos es nuestro,
labrado y moldeado a la medida
de un amor sincero,
cuando el mal asecha el alma se quebranta,
para que llorar ya,
para que sufrir ahora,
ambos rendidos de cansancio
dijimos abandonemos
esto que llamabamos nuestro,
aquello que compartimos con todos,
un felicidad que no era mezquina
sino solo bondad,
aquella que llenaba de sonrisas
nuestros días,
miro atras el polvoriento camino
y de lágrimas amargas se tiñe mi rostro,
sufro tanto en este silencio apartado
y tu ni te inmutas,
que frío corazón tienes
como haces para decir te amo
si no lo sientes,
como haces para reír
en medio de mi llanto,
yo decía conocerte,
solía decir es mio y suya soy
solia decir mi amado
el incorrupto
el caballero de corazón noble
y alma buena,
ahora que eres tu,
solo huesos despiadados,
que matan mi alma
a pedradas de desprecio,
ahora dices ni siquiera se quien eres,
ahora de tu pensamiento solo queda olvido,
cuanto te ame,
cuanto sufrí,
cuanto llore,
ahora partiré,
pero en mi ultima jornada
aun repetiré
y por ultima vez
que te ame.