Armando G.

El Jazz, la música del Dios negro.

Nadie recuerda el día
de tu nacimiento,
solo dicen,
 en las tierras de New Orleans
fue el primer sitio
donde tu ritmo se escucho.
 
Hijo de esclavos,
naciste negro y pobre,
  tus acordes surgieron de calabazas rellenas,
el birimbao, las quijadas y el banjo,
acompañado por las palmas callosas
de manos esclavas.
 
Te vistes de largo
cuando cambias del sur al norte,
saltas de Charleston hasta Harlem,
te vuelves mayor de edad,
se escuchan los metales,
te enriqueces con el piano,
ahora se percibe el contrabajo, la batería,
tu armonía a cambiado.
 
Se escucha desde Luisiana
hasta New York,
cruzas el océano,
conquistas Paris.
 
Invades los teatros,
los bares, hasta el cabaret,
deja de ser música de minorías
 conquistando el mundo entero.
 
Muchos pensaban no triunfarías,
solo seria música para esclavos
mas hoy continuas vivo, creciendo,
saliendo triunfante de las nuevas tendencias,
te fusionas con la música del Caribe,
la árabe, has conquistado el mundo,
se te escucha hasta en Japón.