Son tus besos tu prisión
y tus caricias… cadalsos.
La eternidad más un día
es la condena a tus actos,
que cumples día tras día
como trabajos forzados.
Tu condena vas cumpliendo
y escribiendo tu diario,
entre las rejas de un sueño,
sin horas ni calendario.
No quieres la libertad,
ni que conmuten tu pena;
sólo así quieres estar
prisionero entre tus rejas.
Suerte tienes prisionero
por estar así penando,
la Ley condena primero
a que sigas abrazado…
vivir y morir de besos
ese es todo tu sumario.
Yo quiero ser prisionero,
prisionero del amor,
tan sólo porque te quiero
y robé tu corazón.
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