Deje pasar el tiempo entre mis dedos
cuando el frío templaba la ira
que desde mi corazón nacía
la lluvia no ceso dentro de mi, ni fuera de mi,
cada gota que por mis ojos caían
era un sentimiento que perdía en el tiempo
un silencio, una estrella fugaz muerta
y mis palabras cuajadas quedaban en un viejo cuaderno
deje pasar el tiempo en mi felicidad
deje pasar el tiempo en mi tristeza
y no hubo diferencia, más que una leve,
feliz fui contigo, triste fui sin ti,
la noche es como una noche más
o unas cuantas menos que mis ojos no vieron
deje pasar el tiempo entre mis dedos tremúlos
deje de ver un otoño magico y un invierno tranquilo
deje pasar este tiempo bajo el abrigo debil
de mis recuerdos tuyos...
deje pasar el tiempo
ese tiempo que el cerezo nunca vio
por que entre la ira mia y su vejez
yo deje de amar y el dejo de vivir.