Quemas, ardo
vuelas, caigo,
bebo de tu arroyo en tu vergel
y hago un paraíso de tus piernas
para empalagarme con tu miel.
Besas, tiemblo
muerdes, siento
lamo tus erizos, crecen más
y como esas uvitas de tus pechos
para que te entregues hasta entrar.
Soplas , gimo
dices, digo
bailo acompañando tu compás
y entre los espasmos prometemos
este gran amor nunca acabar.