Dulce condena

Soledad...vete ya

Soledad déjame de atormentar,

vete ya...que fundida más en ti

 ya no quiero estar.

Quiero vivir, quiero sentir, quiero soñar

quiero volar y amar... olvidar que él se fue.

Pero tus cadenas atadas fuertemente a mi están.

Mi sonrisa emerge, una sonrisa amarga al creerte culpable

de mi amargura, tierna soledad, te culpo de mis fracasos

y desventuras aún cuando yo fui la que encontrarte quería,

para que curaras mis alas heridas.

Y ahora te imploro,

déjame partir, déjame volar

no me ates más a ti mi querida Soledad.