LA SEÑORA DEL TELEFONO
Siempre dispuesta la sonrisa
atiende siempre mi llamado
se oye fresca cual la brisa
tiéntame su voz como el pecado.
Supongo que ella es rubia
morena, delgada y robusta
refrescante como la lluvia
y su imagen para nada adusta.
Como ves, no la imagino
simplemente la presiento
como algo etéreo y divino.
Perdóname, lo lamento
si le ofende mi escritura
el reflejo de mi pensamiento.
Guivel