Del bocado alcanzable, el hambre a la puerta.
Posible y pocas veces pedido.
Pide y se os dará...
Hay tanta ocasión acariciando la puerta,
hay tanta mujer con el anhelo mudo
en los ojos de ser bien poseída,
tanta mujer esperando la palabra indicada.
La naturaleza inventó la lujuria.
Yo soy natural, te veo natural.
Me acerco con naturalidad y te muestro
mis palabras que vencen tu resistencia.
Yo ya he probado el país de la hembra.
Te escojo a ti porque fértil te ves.
Tienes color y disposición interesantes.
Quiero comprobar tus habilidades,
tus sabores y saberes. Estar testigo
cuando el placer te rapte la razón.
Como te pones en el coito.
Si tienes defectos para perdonar,
si algo me impide superar a todos
los otros amantes del pasado.
Si mi forma de hacerte el amor la prefieres
a todas las demás maneras.
La figura que eres espera por mi audacia,
al ir por la calle y pasarte la mano
por donde se quedan las miradas de quien te desee.
Por deseable y por desconocida,
sobre todo, por deseable.