Susurrar un nombre despacio y muy quedo,
nombrarlo sin saber que decir ni a quién nombrar hermoso soñar a decir una a una tus letras,
desnudarlas, mirarte en cada una
como si fuesen ramas distintas de alegría,
distintos y mágicos besos en mi boca reunidos...
Es hermoso saber que con un nombre
que ya se ha pegado a mis labios en la mente y el corazón
se convierte como algo que quiero nombrar constantemente
y que me estuviese ilusionando sin límites,
con su doliente negación de ser,
porque es dulce pronunciar lo que en amor acaba...
Yo pienso que ya no puedes tú tener un nombre,
encerrar en un nombre tu ternura,
tus ojos dulces, tu hermosa sonrisa que me enamora, la dorada humedad de tu cabello la fragancia de tu cuello..., de tu ser entero,
para ser algo mas puro, algo más maduro... lo suficientemente maduro para decirte:
Si me quieres, quiéreme entero,
no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negro y blanco, Y gris, verde, y rubio y moreno...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada entera! pero con la ventana abierta!...
Si me quieres, no me ignores, no ignores ni la declaración de amor de mis ojos ni el torrente de inspiración que haces brotar en este poema, más bien,
¡Quiéreme todo... O no me quieras!
Todos los derechos reservados,2009©Allan_García_Méndez