Amarte es muy divertido,
todos los días algo nuevo,
de todo lo malo me olvido,
risa tras risa me enbebo.
Es que haces renazca la paz
con ríos de risas ardientes,
ardientes de calma vivaz,
conscientes de ser inocentes;
al tiempo que calman mi faz
la arrugan de ser tan recientes.
Ninguna sonrisa es fugaz
si todas son complacientes.
Por úlimo una sonrisa,
por último una mirada,
sonrisa esbozada deprisa
al ser de mí intimidada;
y mi vista sed te revisa,
claro, siempre asombrada,
con fuerza, pausa y ternura
que en tí fue inspirada.