Del mar me llegan brisas de amores,
Que juegan con tus cabellos al vaivén de emociones,
Ese viento acaramelado en sinfonía de colores,
Con tu sonrisa que conjuga a todo un cielo de bendiciones.
Pestañeas en un océano de pensamientos,
Jugando con las olas que atraen sentimientos,
Una noche estrellada no se compara con tu mirada…
Tu belleza reflejada, eclipsa a la luna enamorada
Del mar me llega la brisa con sabor a suspiros,
Besos a medias que el tiempo se encarga de echarlos al olvido,
Y el horizonte pierde poco a poco su infinito,
Cuando mis ojos observan el alba…y se encuentran contigo
En esa playa
Bañada por el mar de tus besos,
Cobijada en la arena de tus cabellos,
Con la brisa de suspiros lanzados al viento.
Las estrellas danzando al compas de tus pensamientos,
Con olas de recuerdos que se pierden en lo incierto,
Y miradas que van y vienen…
Junto al ocaso en silencio.
Y la arena va llenando los caminos de tu piel
Y el sol con su destello, impotente queda…
Ante la hermosura de tu ser.
Del mar me llegan brisas de colores,
Una noche estrellada no se compara en emociones,
Con el viento acaramelado de tu aroma de sabores,
Que conjugan con el cielo, atrayendo mil amores.
Aquella playa, jamás habría de abandonarla,
No dudaría ni un segundo en tratar de conquistarla,
A partir de sentimientos, reducidos a fragmentos,
Sabiendo que en sus aguas, estrellas y el cielo,
Observan perplejos…ya que en ella se refleja,
La belleza del universo.
Una noche estrellada no se compara…
Y el mar te susurra en su calma,
Las olas te bañan, los pajaritos cantan
Y el cielo refleja, la belleza de tu mirada.