ivan semilla

Palpitaciones

En este momento,

cuando un viento en besos nos abarca juntos,

cuando los abrazos llegan al extremo,

cuando cede el plexo y arde hasta los dedos;

y la comisura de tus labios gruesos se vuelve sonrisa;

Displicentemente,

sin nada de prisa,

la ropa se muda por entre el oleaje de sábanas crudas 

y emerge el desnudo que al fin nos entibia.

 

Colmados,

ansiosos,

con palpitaciones,

con todo el bagaje de indirectas vivas,

arrumacos previos,

y manos que aprietan;

nuestros corazones,

saltan hacia afuera

y nos desgranamos como girasoles

cediando al aceite que cede e inquieta.

 

Y al llegar al cénit,

¡Ay!

a la cumbre altiva,

donde se conjuga semen y saliva,

nos fundimos siendo

esos fuegos vivos

que serenamente incendian la pieza.