Entre los muertos, entre ellos y sus conciencias,
la peste de sus demonios descarna el olfato de los angeles;
suenan las trompetas estan sordos ante la musica del universo,
miradas de cristal, encerrados en desvelos eternos, en caricias falsas
ye n la locura de sus mentiras.
La verdad nacera, crecera y vivira con ellos,
aunque todos se revelaran ante lo hermoso
y lo sacrificaran de nuevo,
perdiendose para siempre en el deleite del sufrimiento.