Cae la noche congelada por gestos del ayer
Miro los fuegos de estrellas que me brinda el cielo,
En escala el miedo de morir se acrecentó…
Y ahí quedo todo mi corazón, todas mis ganas del mañana.
Hoy, noche de setiembre clavo estacas en búsquedas inconclusas
Ese desgarrador odio por mis miedos que me ataca de madrugada,
Estoy indefenso en medio de la madrugada que ya esta helada
Recorro esas calles de ojos que juzgan mi pasado.
Mi moral subió hasta el sol… y se quedo en llamas,
Mi orgullo quedo como un cometa que se apaga…
El chaparrón de comentarios anónimos llega a mi vida,
Mis veintiún años y mis sueños se queda en muerte súbdita
Como cielo sin estrellas en media noche de abríl.
Musita el crepúsculo, y aprendo a lidiar con eso
Reincido en formulas de salida, ante mis ojos compungidos,
Ya nada es como antes, se perdió el ayer que era importante
Esa difícil cuesta a subir, ese recuerdo azul del celeste mar,
Cansadas están mis ganas de abrazar el silencio.
Mi carente apetencia de amar, en noches como estas…
Me aleja más de sentirme vivo,
No escucho la voz del corazón… ya no pido a Dios estar vivo,
Ya no despierto, frente al segundo intacto de mis somnolencias,
Ya olvidé el ruido de las hojas, de esas que arrancadas por el viento caen
Esas que en realidad son el motivo de otoño…
Esas que ya no pueden sentirse de nuevo vivos.