Gente respetuosa
Incluidos ustedes señores de la sala.
Pido mil perdones
Pero el humo sale por la chimenea
Y está ensuciando sus cordeles.
Pero,
Que puedo hacer yo
Si mis manos son pequeñas
Para poder desviar la atención
De la vigilia
Y robar al cielo la mirada.
Yo que me ensortijo con dos reales
Y me cobijo en la sombra
De este vioentoespeso para poder
Recibir un salario.
Hoy me pongo recto en este acto
Y me saco la corbata.
Nadie sabe el mal de la olla…
Y no sé qué pensar del espejismo de sus caras.