No te pido que me digas
las palabras que nunca me dirás
ni te pido que algún día
a tu corazón me dejes entrar,
no pido que me aceptes
con mi carga de defectos
no pretendo que me veas
con amor en tu mirada.
No te pido que tu mente
este llena con mi imagen,
no te pido que me pienses
mucho menos que me sueñes
como lo hago a diario contigo
solo pido que permitas
que mis letras entren
solo un poco en tu alma
que permitas que se aniden
dentro de tus sentimientos.
No te pido que me escuches
ni respondas mis plegarias,
no es mi intención hacerte presa
de mis más profundas tristezas
porque en mi vida eres la alegría
de sentir que sigo vivo
que aún amo, que aún siento,
que puedo estar enamorado
aún sin ser correspondido.
Sé que nada debo de pedirte
pues nada jamás nos prometimos
sé muy bien que es el destino
el que este yo de ti lejos
y que una vida sin mí construiste.
No te pido hada mía ser yo quien te enamore
ni siquiera he pretendido ser quien te consuele
pues no está en mis manos darte
esa calma que a veces tu requieres
ni la fuerza que te impulse,
solo está a mi alcance el hacer que sepas
que hay un corazón que por ti late
que es tuyo cuando quieras
y que siempre estará a tu alcance.
Ya no te pido esperanza amor mío,
de estar algún día a tu lado
pues sé que es más que imposible
tan siquiera pensarlo
no te pido que me digas que algún día
estaré por fin entre tus brazos
no te pido que me pidas que tu boca
siga yo en mi soledad esperando,
solo pido que me obsequies
oír mi nombre de tus labios.
No te pido nada amada mía,
soy yo el que goza en tu presencia
soy quien llena sus horas con recuerdos
de tu ser y de tu escencia
no te pido que me ames,
mucho menos que me quieras,
solo pido que permitas
el que yo te siga amando,
solo pido que al decirte
¡que te amo!... tú me creas.