He cruzado valles y ríos, me he zambullido en distintos mares.
Conozco el aroma de infinidad de frutos tropicales.
Me he encontrado conmigo mismo a través de la meditación
y me he llegado a conocer más de lo que una madre
conoce a su propio hijo.
He sido discípulo de los mejores,
así como he derrotado a verdaderos campeones.
Me he peleado casi hasta la muerte con la vida misma.
Pero con todo esto, ni una sola vez me he podido acercar a tí.
Aunque en este momento te tenga frente a mí,
solo puedo decirte, este poema lo he escrito para tí.
Nicolás Pstyga