Coincidimos en la búsqueda
de horizontes afines,
en el momento justo
en que convergen los deseos,
en el sutil y generoso eco
del interior insondable de nuestras almas.
La música nos unió alterando los sentidos,
rescatando el sonido de sus versos
en un himno de amor correspondido.
Palabras pintadas de poesía
en una seducción mírifica
que enaltece las presencias y utopías.
Llegamos esperando
la desnudez de la palabra
en un alígero suspiro de esperanza.
Quedan entonces tus letras ahí grabadas
en el más especial resquicio del recuerdo.
Sobrevive un amanecer aurífero,
un cantar hermoso
de inspiración... y de un amor profundo.
JARNIN