Sin saber porque mentías,
tan siquiera a quien le mentías,
seria a mi o a tu propio ser,
mas tu sabes cual fue el porque.
Mis lágrimas atormentan tu alma,
tus lágrimas con tormento llaman mi alma,
me resisto a escucharlas mas escapar es imposible,
ellas conoce cada centímetro de mi alma.
Ese oculto amor dentro tu alma me persigue,
vigila mis pasos como sombra propia,
con un silbido detiene todos los sentidos,
cuales galopan los cielos en busca de la otra.
Eres mendigo de nuestras fugitivas almas,
cuales tal vez hayan perdido el camino,
por temor esclavo de tu mentira,
y prisionero en las cristalinas aguas.