Diletante

AMOR FASTIDIOSO

 

 

Amor que tuve por encanto mío,

querencia santa, bendición celeste;

amor es hoy que me resabe agreste

cual sequedal, desolación... El río

 

 

que de sus aguas se quedó vacío

no es cosa más que el sentimiento aqueste

cuyo que no hay como el así que ateste

a mi alma, ¡oh, dicha!, de tan rudo hastío.

 

 

Amor que -cuésteme lo que me cueste-

raer pretendo y en lo tal porfío

sin que mi objeto, por decir, se preste

 

 

a menoscabos en que el extravío

conduzca a instancias en que no le aseste

golpe de muerte a lo que muerto ansío.