Te convertiste en mi musa
apenas llegaste a mi lugar,
llenando este espacio vacío
que no te deja de esperar.
No me preocupa la ausencia
ni el oscuro velo de la muerte,
si vivirás oculto entre mis versos
donde serás tú para siempre.
Tus manos dirigen mis palabras
si buscan adentrarse en mi corazón,
para dejar libre el amor que guarda
y la adoración que por ti sintió.
Ya no podrás alejarte otra vez
porque tendré rimas para atraparte,
tendré paisajes de bello atardecer
y una tarde de verano para compararte.
Me quedaré aquí y te escribiré
para cubrir con tu belleza mi poesía,
amor, sólo mío será este sueño
cuando acabe con un suspiro de melancolía.
Amo a mi poesía,
venero a mis versos,
porque allí podré encontrarte
si algún día te vas lejos.
Ceci Ailín