La serpiente se encontró con un gran toro
y no lo pudo hipnotizar
poderoso y de mal modo
el toro
le bufó en su paladar.
La serpiente habilosa
lo empezó a acariciar
y el toro vanidoso
se dejó regalonear.
De esta cruza tan curiosa
(toropiente)
se engendró un bello rubí
yo lo quiero para mí
(si tu quieres)
niña hermosa.