La vida debería ser una hoja que sopla el viento,
Que se deja llevar y llevar sin importar a donde va a caer,
Solo disfrutando el placer de no saber cuál es el rumbo fijo ni donde te lleva
Y solo vivir emociones nuevas y desconocidas para ti,
Hasta que ese viento se canse de soplar
Y nos deje caer a suelo firme,
Para así echar raíces y hacer nueva vida,
Pero ya habiendo vivido las cosas bellas, divinas y placenteras
Que nos da Dios y el universo,
Nunca lo olvides
Sé tú esa hoja
Que el viento está detrás de ti
Y está empezando a soplar…